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BLOG DE DAVID MENAYO Y ANTONIO ARENAS

• 23 de septiembre de 2014 
  Prisas, machismo, renuncias y otros males

Prisas, machismo, renuncias y otros males

martes, 23 septiembre 2014, 13:22

La eliminatoria de Copa Davis entre España y Brasil disputada en Sao Paulo en la que los nuestros perdieron la categoría en el Grupo Mundial está trayendo más cola de lo que se podía pensar en un primer momento. Desenlaces tan inesperados como inexplicables al gran público que van añadiendo personajes a medida que transcurren los días. Desde aquí exponemos una lectura pausada y subjetiva sobre lo acontecido. Parte II.

"Tenía pensado renunciar a la capitanía de la Copa Davis desde Nueva York". Carlos Moyà, hasta hace una semana capitán español de la Copa Davis, pronunciaba esta semana esta frase en RadioMARCA aludiendo a su decisión de abandonar el timón de la Armada. El mallorquín había firmado por solo un año precisamente para no tener ataduras a la hora de continuar o no en un cargo señalado desde años atrás. Ya saben, en caso de derrota, los primeros culpables suelen ser los entrenadores. El ex número uno justificó su decisión aludiendo a situaciones personales (va a ser padre de su tercer hijo y quiere pasar más tiempo con su familia) y profesionales. "Cuando renuncian uno o dos jugadores, el problema puede ser uno. Cuando lo hacen siete u ocho, el problema es otro", señaló. Está claro es que cuando fue nombrado para el cargo todo el mundo aplaudió la decisión pues se trata de un perfil idóneo para liderar un equipo tan complejo como el de la Copa Davis. Había sido compañero de la gran parte de los posibles integrantes, tiene amistad o buena relación con gran parte del circuito y su currículo había sido intachable cada vez que había defendido los intereses de España. Las promesas incumplidas y los malos resultados cosechados en el infierno de Sao Paulo hicieron que su decisión no tuviera marcha atrás. "No es fruto de un calentón, sino una decisión meditada y con argumentos", destacaba.

En medio de una tormenta que han intentado capear de cualquier forma los jugadores, a la postre gran protagonista de toda competición al ser los que empuñan la raqueta en cada partido, la RFET comenzó a mover fichas. "Estudiaremos la situación desde la tranquilidad. En una semana daremos el nombre del nuevo capitán, algo que no será ratificado hasta que vuelva a reunirse la Junta Directiva de la Federación (4 de octubre en Sevilla)", decía Gala León, directora deportiva del ente federativo, horas antes de conocer la decisión de Moyà de abandonar el barco. "¿Una mujer en un cargo como este? Creo que estamos igual de capacitadas que cualquier hombre para dirigir un equipo como este", respondió a la vez que confesaba que tras su nombramiento en julio "solo recibí felicitaciones por parte de las chicas, que es con las que tengo más trato. El circuito masculino no lo conozco mucho y a alguno de los chicos ni siquiera les conozco en persona". 

La RFET se reunió de urgencia el domingo viendo la trascendencia de la sucesión de noticias. Mandó un comunicado ofreciendo nuevamente el cargo a un Carlos Moyà que siguió firme en su negativa. Otro palo para una entidad que daba muestras de navegar a la deriva. Entre medias, un escrito del presidente José Luis Escañuela apelando al espíritu guerrero de un grupo de jugadores que había dejado de pensar en equipo para hacerlo en sus carreras personales, situación tan respetable como discutible y motivo de debate entre diferentes foros. Y muchos nombres que salieron a la luz: Juan Carlos Berrero, Alberto Berasategui, Roberto Carretero, José Perlas, Javier Piles, ...

"Reunida hoy la Junta Directiva de la RFET en Madrid, y a la vista de las declaraciones de Carlos Moyá se ha aprobado que la dirección deportiva, ejercida por Gala León, lidere la capitanía de Copa Davis", rezaba el comunicado federativo a última hora de la jornada dominical. La noticia corría por las redes sociales como la espuma... ¡Otro capítulo más de un culebrón que parecía enredarse cada vez más! Si el contenido era ambiguo en su contenido, más lo fue el presidente en RadioMARCA horas después: "Puede que sí, puede que no, es tan sencillo como eso. Dependerá de lo que hablemos y del debate que acabamos de abrir".

Entre medias surge la figura de Toni Nadal, cuyas declaraciones perdieron fondo por las formas. O dependiendo de la interpretación que cada uno haga de estas palabras: "Que no se me malinterprete, porque no tengo nada contra que haya una mujer dirigiendo a un jugador. Pero no deja de sorprenderme por varias razones: en primer lugar no es alguien que conozcamos dentro del circuito masculino. A Rafa no le conoce y creo que es igual con el resto. También es una dificultad logística difícil de solventar, cuando tú en Davis te pasas mucho tiempo en el vestuario con poca ropa y una mujer no deja de ser extraño que esté dentro. A mí me gustan las cosas lo más simples posibles y entiendo que es más fácil que el capitán sea un hombre".

¿Machista, anticuado o ambas cosas? De sus palabras uno entiende que pueda pensar que es lógico que lo ideal para dirigir a un grupo es que sea una persona que conozca tanto a los protagonistas como a su entorno (algo que Gala admitió no serlo en estos momentos). Pero que una mujer no pueda entrar en un vestuario de hombres. ¿Y al revés? ¿Qué pasa, por ejemplo, con Mico Margets, capitán durante tantos años del equipo femenino de Copa Federación? ¿O Amelie Mauresmo, entrenadora deMichael Llodrá o Andy Murray entre otros? Como ven, no hace falta derivar a otros deportes ni otros países para dejar latente que esta máxima es tan anacrónica como errónea.

"Se ha tomado la decisión un poco rápida, porque no se ha hablado, ni consultado con otros. No sé con quién se ha contado para tomar la decisión, si se ha hablado con alguien. Últimamente se están haciendo cosas muy extrañas". La protagonista de esta afirmación es Vivi Ruano y quizá la más acertada en estos días en el que (casi) todo el mundo expresa su opinión.

¿Para qué tanta prisa si el equipo de Copa Davis no volverá a juntarse hasta el mes de julio de 2015? ¿Por qué señalar a un@ u otr@ a diez meses vista de la competición? ¿Es necesario consultar a los jugadores o se debería elegir al capitán al margen de ellos? Si es así, ¿se les puede pedir luego cuentas? ¿Hay que tomar medidas ante un jugador que renuncia a jugar por su país? ¿Es moral o ético que las renuncias sean selectivas? 

David Menayo

¿Machista, anticuado o ambas cosas? De sus palabras uno entiende que pueda pensar que es lógico que lo ideal para dirigir a un grupo es que sea una persona que conozca tanto a los protagonistas como a su entorno (algo que Gala admitió no serlo en estos momentos). Pero que una mujer no pueda entrar en un vestuario de hombres. ¿Y al revés? ¿Qué pasa, por ejemplo, con Mico Margets, capitán durante tantos años del equipo femenino de Copa Federación? ¿O Amelie Mauresmo, en