ABC.es - Stuttgart - Rafa sourit sur l'herbe...

 

 
Nadal sonríe en la hierba
Día 14/06/2015 - 16.11h
 
El español, después de su mala gira por la tierra, se proclama campeón en Stuttgart al ganar a Troicki por 7-6 (3) y 6-3
Stuttgart
Final 1 2 3 4 5
Rafael Nadal 7 6      
Viktor Troicki 6 3      
 

Stuttgart ilumina el rostro de Rafael Nadal, feliz en la hierba alemana después del chasco terrícola. A mediados de junio, y después de la fase de la temporada que por norma mejor se le da, el español suma su segundo título de 2015, un triunfo que le impulsa y le llena el raquetero de autoestima, necesitado ahora que las cosas no van tan bien. Impulsado por su saque (sí, su saque), Nadal se ha impuesto aViktor Troicki por 7-6 (3) y 6-3[En directo, Nadal-Troicki]

Es el premio a una semana ilusionante en el pasto de Stuttgart, un escenario conquistado anteriormente cuando se jugaba en arcilla. En la transición de una superficie a otra, siempre complicada la primera toma de contacto para un tenista tan especial como él, Nadal ha completado una evolución perfecta. El verde le da vida.

Fue un partido típico, escaso de ritmo y con puntos cortos. Troicki imponía su guión con el saque y Nadal se adaptaba a las mil maravillas, expuesto y dispuesto al bombardeo. Se apuntó nueve saques directos en el primer set (terminó con once) y jugó el tie break de manera excelente, agresivo y valiente para dar el primer paso.

No hubo intercambios largos, cuatro golpes por punto y poco más. El balear, un jugador al que le gusta trabajar el punto y masticarlo, acepta que debe cambiar en la hierba y así ha sido en Stuttgart durante todos estos días. Su alegría, ese grito de liberación mirando a su palco, está más que justificado.

Nadal solamente tuvo que salvar una bola de break en contra en el primer juego y apenas inquietó en el resto, pero tenía controlada la situación. Se creció en el juego decisivo y apretó el acelerador al inicio del segundo set, desnivelado el pulso de manera definitiva con el quiebre del cuarto juego. Nadal volaba hacia su segunda sonrisa del curso mientras Troicki, 28 del mundo, se consumía en sus fallos.

La primera alegría llegó en la tierra de Buenos Aires y ahora se da un homenaje en la hierba. Es un torneo 250, la categoría más baja de la ATP, pero importa y mucho en la vida de Nadal, encendido con Wimbledon a la vuelta de la esquina. Antes, sin embargo, jugará en Queen's para seguir adaptándose al verde, en donde ya tiene cuatro trofeos. Nadal quiere más.

Nadal sonríe en la hierba
Día 14/06/2015 - 16.11h
 
El español, después de su mala gira por la tierra, se proclama campeón en Stuttgart al ganar a Troicki por 7-6 (3) y 6-3
Stuttgart
Final 1 2 3 4 5
Rafael Nadal 7 6      
Viktor Troicki 6 3      
 

Stuttgart ilumina el rostro de Rafael Nadal, feliz en la hierba alemana después del chasco terrícola. A mediados de junio, y después de la fase de la temporada que por norma mejor se le da, el español suma su segundo título de 2015, un triunfo que le impulsa y le llena el raquetero de autoestima, necesitado ahora que las cosas no van tan bien. Impulsado por su saque (sí, su saque), Nadal se ha impuesto aViktor Troicki por 7-6 (3) y 6-3[En directo, Nadal-Troicki]

Es el premio a una semana ilusionante en el pasto de Stuttgart, un escenario conquistado anteriormente cuando se jugaba en arcilla. En la transición de una superficie a otra, siempre complicada la primera toma de contacto para un tenista tan especial como él, Nadal ha completado una evolución perfecta. El verde le da vida.

Fue un partido típico, escaso de ritmo y con puntos cortos. Troicki imponía su guión con el saque y Nadal se adaptaba a las mil maravillas, expuesto y dispuesto al bombardeo. Se apuntó nueve saques directos en el primer set (terminó con once) y jugó el tie break de manera excelente, agresivo y valiente para dar el primer paso.

No hubo intercambios largos, cuatro golpes por punto y poco más. El balear, un jugador al que le gusta trabajar el punto y masticarlo, acepta que debe cambiar en la hierba y así ha sido en Stuttgart durante todos estos días. Su alegría, ese grito de liberación mirando a su palco, está más que justificado.

Nadal solamente tuvo que salvar una bola de break en contra en el primer juego y apenas inquietó en el resto, pero tenía controlada la situación. Se creció en el juego decisivo y apretó el acelerador al inicio del segundo set, desnivelado el pulso de manera definitiva con el quiebre del cuarto juego. Nadal volaba hacia su segunda sonrisa del curso mientras Troicki, 28 del mundo, se consumía en sus fallos.

La primera alegría llegó en la tierra de Buenos Aires y ahora se da un homenaje en la hierba. Es un torneo 250, la categoría más baja de la ATP, pero importa y mucho en la vida de Nadal, encendido con Wimbledon a la vuelta de la esquina. Antes, sin embargo, jugará en Queen's para seguir adaptándose al verde, en donde ya tiene cuatro trofeos. Nadal quiere más.

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